jueves, 25 de agosto de 2011

mis sueños episodio1

MIS SUEÑOS episodio 1



Estaba medio oscuro, no se veía mucha cosa en realidad. Una larga fila de personas, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, iban caminando hacia unos interminables pasillos, cuales se entrelazaban. Podía ver la misma gente entrar y salir por los pasillos que al parecer no tenían rumbo. En ese entonces vi que alguien me sujetaba la mano, mi abuelita. Sentí su mano tibia sujetando fuertemente mi mano como si me hubiera querido escapar y guiándome por las filas de gente hacia los pasillos que más bien se parecían a los túneles del subte de Buenos Aires. Mas tarde visualice que esos mismos túneles desembocaban en una iglesia, me pareció que estaba en Jerusalén y era la iglesia San. Hagop. Pero no veía con claridad. La imagen que tenia de mi mismo era de un chico de 9 años, llevaba puesto una remera color celeste. Seguíamos caminando cuando sentí que me agarraron por los hombros. Por la posición en la que se encontraban esas manos en mis hombros me di cuenta que la persona era de una estatura alta y se sentía el peso de sus manos en mi. Me di vuelta mientras sostenía la mano de mi abuelita. Un sacerdote vestido de negro y con su cruz imponente en el cuello me miro directo a los ojos y pronunciando mi nombre me pregunto si estaba bien y si todo estaba en orden. Le guiñe el ojo, como suelo hacer en señal de contento, y le dije que estábamos bien y que seguíamos caminando, pero nunca supe hacia donde. El sacerdote se alejo y todo siguió en marcha.



Seguíamos caminando, me di cuenta como en un instante se oscureció todo porque desapareció el sol y acto seguido todos empezaron a correr. Escuchaba gritos y susurros por todos lados, no entendía que pasaba. Mirando alrededor, volvía hacia mi abuela para ver que hacia ella y la imagen que vi era de una señora desconocida con toda la cara arrugada y los ojos fuera de sus orbitas. El susto y la adrenalina se apodero de mí, trataba de soltar la mano de la señora arrugada pero no podía por más que jalara con toda mi fuerza. Un segundo de silencio y me pude soltar y empecé a correr con toda mi fuerza pero por mas que corriera ella me seguía y podía ver que la señora arrugada no hacia ni un paso... Parecía que se desplazaba flotando a pocos centímetros del suelo. Yo corría pero las paredes y mi entorno no se movían del lugar. El miedo era terrible. Todo mi cuerpo se estremecía y temblaba con ritmo.
Nuevamente una mano en mi hombro me hizo abrir los ojos con tal rapidez que me dolieron los parpados? estaba en mi habitación, todo estaba en orden?


continuara.....
No olvides visitar de nuevo mis sueños episodio1

No hay comentarios:

Publicar un comentario