martes, 21 de junio de 2011

Rock y dictadura - Sergio Pujol

Reseña del libro "Rock y dictadura" de Sergio Pujol, por Verónica Stedile. Reseña correspondiente al segundo número de la revista Estructura Mental a las Estrellas. www.estructuramental.blogspot.com







Rock y dictadura (crónica de una generación 1976-1983)
Si algo le interesa especialmente al autor, es que este relato, como él lo define, no trate de ir más allá de lo que sus personajes mostraron, en canciones, en recitales, en comunicados, en operativos. Incluso aquellos que parecerían tener un protagonismo especial, como Charly García, León Giego, el ?Flaco? Spinetta y Mercedes Sosa, son referencias direccionadas al objetivo del libro: dar cuenta del espíritu de una época. Los discursos del poder militar funcionan bajo la misma estrategia de escritura; la mención al ideal ?occidental y cristiano? recorre cada uno de los capítulos, sin desviarse de la estructura temática del libro y sin horadar en cuestiones que exceden a estas páginas.
Es que Rock y dictadura no pone en contexto la producción musical de aquellos años, sino que busca ?punzar un contrapunto entre dos formas irreconciliables de ver el mundo?. El mensaje oficial se basaba en una cosmovisión nacional. Un patriotismo sumiso, capaz de acatar cualquier mandato en pos del orden y la armonía del país. En tanto el rock sentía una empatía generacional, cuya búsqueda era ser diferentes y el mayor pecado, la complacencia estética.
Quizás esto fue lo que hiciera del rock una paradoja. Por un lado, se vio culturalmente cuestionado por lo militantes políticos, ya que el horizonte de la utopía era la música. Y sin embargo, fue el ámbito de los recitales, donde se ponía el cuerpo literalmente, a sabiendas de que en la puerta aguardaba la policía, el espacio que convirtió a la juventud en depositaria de la rebeldía y terminó de forjar una identidad.
Esta es la complejidad que ofrece un libro que esquiva sentencias estériles, como el análisis simbólico de las letras, o el enjuiciamiento de flaquezas. No hay epopeyas ni hechos heroicos. Sobre el final, cuando el rock como contracultura se estaba fraccionando por los astillazos de un mercado discográfico con el que soñaban tantos músicos, Pujol nos deja el panorama lo suficientemente abierto como para que cada lector reformule la idea principal: el rock adquiere su identidad en las antípodas del mandato totalitario, no, como la militancia hubiera esperado, en su oposición política activa. Se afirmó como práctica social y expresión artística, en la medida en que rechazaba la cultura de los adultos.
No existió un plan sistemático para exterminarlo, porque no se lo consideraba políticamente peligroso. Y mientras tanto, las canciones socavaban en los puntos más incómodos de una superficie aparentemente ordenada. Un sutil debate que queda pendiente a lo largo de todo el libro. Militancia y contracultura, enfrentándose con las violentas fuerzas militares.
No olvides visitar de nuevo Rock y dictadura - Sergio Pujol

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